Introducción
Debido a la legalización del Cannabis medicinal en algunos de los países más desarrollados del mundo (Estados Unidos, Inglaterra, Israel, Uruguay, Alemania, Holanda, Dinamarca, Canadá, Australia, etc.) han ido apareciendo numerosas noticias en los medios de comunicación acerca del poder curativo de la de la marihuana medicinal para tratar todo tipo de enfermedades. Esto ha hecho emerger numerosos mitos alrededor suyo, afirmando que es capaz de curar el cáncer o el Parkinson. En este articulo vamos a poner luz sobre algunas de estas creencias y desvelar el auténtico potencial de esta planta perseguida durante tantos años.
Cáñamo y marihuana no es lo mismo
Aunque ambos provienen de la misma planta (Cannabis Sativa), la diferencia está en que la marihuana produce altas cantidades de THC (la molécula psicoactiva) y está considerada como una droga en España, mientras que el cáñamo produce cantidades ínfimas de esta sustancia (inferior a 0.2%).
El cultivo del cáñamo es legal y se utiliza en la producción de alimentos (aceite y semillas de cáñamo, muy ricos en omega-3). Además, el cáñamo produce cannabidiol (CBD) que es un cannabinoide con un amplio abanico de propiedades beneficiosas para la salud.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales del año 2017 concluía que el CBD no es psicotrópico, ni es adictivo ni produce efectos negativos sobre la salud, además de tener un gran potencial terapéutico [1].
El sistema endocannabinoide del ser humano
El ser humano al igual que el resto de los mamíferos posee un sistema endocannabinoide repartido por todo el cuerpo, el cual contribuye a la regulación de la homeostasis (proceso mediante el cual se regulan todas las funciones de nuestro organismo).
Este sistema participa en numerosos procesos fisiológicos tales como la regulación del sueño, el apetito, manejo del dolor, etc. También actúa sobre el sistema inmune, digestivo, hormonal, etc. [2]
Propiedades beneficiosas del CBD
Existen numerosos estudios científicos que han demostrado que el CBD posee importantes propiedades terapéuticas, así como mínimos efectos secundarios.
Entre sus muchos usos resaltar que el CBD (diluido en aceite) es muy efectivo para combatir el insomnio y el estrés dado sus efectos ansiolíticos, lo cual ha sido demostrado en humanos [3]. Además, también posee efecto antiepiléptico, antipsicótico, antiinflamatorio, antiemético y neuroprotector (demostrado en la enfermedad de Parkinson y de Alzheimer) [4].
Esclerosis múltiple y epilepsia:
Es el uso más reconocido y documentado del CBD. Sus propiedades antiepilépticas han demostrado ser un remedio altamente eficaz en niños con síndrome de Lennox-Gastaut, síndrome de West y síndrome Dravet.
En la esclerosis múltiple se produce una inflamación neuronal que desencadena una debilidad muscular y otros trastornos, los cuales son aliviados gracias a las propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas del CBD.
Actualmente hay aprobado un medicamento en Europa a base de CBD para el tratamiento de la esclerosis múltiple y de la epilepsia (Epidiolex®).
Ansiedad, estrés e insomnio:
El CBD ha demostrado una alta eficacia en el manejo de la ansiedad, estrés, ataques de pánico y trastornos relacionados con el sueño [5-10]. Además, con la ventaja de que no produce los efectos secundarios que algunos medicamentos empleados para estas dolencias producen como dolor de cabeza, disfunción sexual, agitación, aturdimiento, etc.
Tal y como señala la OMS el consumo de CBD no genera adicción y puede interrumpirse cuando la persona lo desee, sin tener que deshabituarse lentamente como ocurre con los ansiolíticos habituales (como las benzodiazepinas) [1].
En un estudio realizado en Brasil 57 hombres recibieron CBD vía oral 90 minutos antes de dar una charla en público simulada, disminuyendo la ansiedad durante la prueba [8].
Reducción del dolor crónico:
Se tiene constancia del uso del cannabis para tratar el dolor desde el año 3000 A.C [10].
Puesto que el CBD es un potente antiinflamatorio resulta eficaz en la disminución del dolor neuropático y la artrosis [12], y al ser una sustancia capaz de modular el sistema inmune también ha demostrado su utilidad en casos de artritis reumatoide [13]. En pacientes con fibromialgia es de gran ayuda para disminuir la inflamación y por lo tanto el dolor que produce dicha enfermedad.
En los casos en los que por sí solo el CBD no sea suficiente, las propiedades analgésicas del THC son de gran ayuda para paliar el dolor [14,15].
Varios estudios han demostrado que el CBD es muy beneficioso en pacientes que toman opiáceos para controlar el dolor crónico, ya que su coadministración consigue reducir un 30% la dosis necesaria de opiáceos para conseguir el mismo efecto analgésico, por lo que se reduce enormemente o incluso desaparecen los efectos secundarios de su ingesta elevada (como el estreñimiento).
Cáncer y efectos secundarios de la quimioterapia:
Existen estudios en animales que demuestran que el CBD inhibe la angiogénesis (creación de nuevos vasos sanguíneos necesarios para el crecimiento de tumores) y la metástasis [16]. Además el THC (inyectado directamente en el centro del tumor) redujo el número de células tumorales [17], pero aún no se han realizado estudios en humanos. En algunos casos, como ciertos tipos de cáncer de pulmón, se ha observado que la administración de CBD aumenta la eficacia de la quimioterapia y la radioterapia [18]. Aunque hay resultados muy prometedores, deben ser estudiados más en profundidad. Lo que sí está ampliamente demostrado es la propiedad antiemética que posee el CBD, produciendo más efectividad que los tratamientos convencionales en la disminución de las náuseas y de los vómitos producidos por la quimioterapia, especialmente si se combina con THC [19].
La única contraindicación conocida es la administración del cannabis con otros medicamentos anticancerígenos inmunomoduladores, ya que puede reducir la efectividad de dichas terapias, puesto que el Cannabis regula el sistema inmune [20].
Desordenes neurológicos:
El CBD ha demostrado efectos muy positivos tanto en la calidad de vida, como en el patrón del sueño de enfermos de Parkinson [21,22]. También ha demostrado grandes beneficios en la prevención del Alzheimer, por su efecto antiinflamatorio y por la prevención de la neurodegeneración que se produce en dicha enfermedad [23,24].
Ha sido utilizado en la deshabituación de drogas como la heroína, el alcohol y el tabaco. Así como también en el tratamiento de la esquizofrenia por sus efectos antipsicóticos [25,26].
En niños diagnosticados con Trastornos del Espectro Autista (TEA), hay experiencias clínicas positivas con el uso del CBD, observándose una disminución de las conductas agresivas repetitivas y un aumento del contacto visual y físico con personas de su entorno.
Salud cardiovascular:
El CBD también está especialmente indicado en personas hipertensas, debido a que reduce los niveles de ansiedad y estrés, habitualmente asociados a dicha enfermedad [27].
Salud gastrointestinal:
Dada sus propiedades antiinflamatorias, el CBD es un magnífico aliado en la mejora de los síntomas de la enfermedad de Crohn [28] y del Síndrome del Intestino Irritable [29,30]. Aunque no llega a solucionar estas dolencias dada la gran cantidad de factores que pueden influir en la salud intestinal (como la alimentación y el manejo de las emociones).
Sistema hormonal:
La influencia del CBD en el sistema hormonal es muy notable. Existen estudios realizados en ratones diabéticos, que demuestran que el CBD reduce la incidencia de diabetes en un 56%, ya que disminuyen de forma significativa la inflamación producida por dicha enfermedad [31], aunque aún no se han realizado estudios en humanos.
Se ha observado una mejora significativa en la endometriosis y en el alivio de los dolores menstruales. También disminuye algunos de los síntomas de la menopausia, como los sofocos y la sudoración
Ya que ayuda a regular el sistema hormonal, podría ser también de gran utilidad en los problemas de tiroides [32].
En numerosas ocasiones a pesar de la gran evidencia científica disponible, se han negado u ocultado las propiedades beneficiosas del cannabis, pero nosotros creemos firmemente en el derecho a la salud de todos los seres humanos, así como a la libre utilización de todas las plantas que la naturaleza nos ofrece.
Efectos secundarios e interacción con otros medicamentos
Es necesario aclarar que el CBD a dosis muy elevadas posee efectos secundarios muy leves y poco frecuentes comparado con otros medicamentos, como pueden ser: cansancio, somnolencia, diarrea y disminución del apetito.
También es importante resaltar que nunca ha habido ninguna muerte por cannabis, ni por CBD ni por cannabinoides naturales. Ni siquiera la marihuana posee dosis letal, al contrario que el café y otras sustancias de uso cotidiano. De hecho, en humanos dosis muy altas de CBD (1500mg al día) son bien toleradas.
Aunque el CBD posee muy baja toxicidad, hay que tener en cuenta que puede haber contraindicaciones cuando se usa con otros medicamentos que se metabolizan a través de las enzimas del citocromo P450 del hígado (ej.: antidepresivos o ansiolíticos). De hecho, en la experiencia clínica se ha aprovechado la interacción del CBD junto con ansiolíticos para la deshabituación del paciente de las benzodiazepinas, disminuyendo así lentamente la dosis de las mismas, a la vez que se aumenta la dosis de CBD.
Vía de administración y dosificación
El CBD es legal en todo el mundo, pero en Europa no se autoriza su uso como complemento alimenticio, por lo que los productos que contienen CBD no se pueden ingerir.
A nivel terapéutico, la vía recomendada del CBD es sublingual. Para utilizar este método de forma correcta, conviene no introducir más de 6-7 gotas a la vez y mantenerlas, mínimo, de 60 a 90 segundos debajo de la lengua. Los efectos son percibidos a partir de los 20 minutos. El CBD requiere una individualización del tratamiento, y cada persona debe encontrar su dosis óptima, siendo necesario tener en cuenta estos tres aspectos a la hora de dosificarlo:
- Menos, es más: Se recomienda empezar con dosis muy bajas (Aceite de CBD 2,5%) e ir aumentando la dosis poco a poco hasta que uno encuentre su dosis óptima.
- Aunque se puede tomar en ayunas y en cualquier momento del día se recomienda tomarlo junto con las comidas para una mayor efectividad.
- Es mejor espaciar las tomas a lo largo del día que tomar una sola dosis: 3 tomas al día es lo óptimo
Un protocolo adecuado sería el siguiente:
- Empezar por 3 gotas (1 gota por la mañana, 1 al mediodía y 1 por la noche).
- Al 2º día tomar 6 gotas (2 por la mañana, 2 al mediodía y 2 por la noche).
- Al 3º día tomar 9 gotas (3 por la mañana, 3 al mediodía y 3 por la noche).
- Al 4º día tomar 12 gotas (4 por la mañana, 4 al mediodía y 4 por la noche), y así sucesivamente, incrementando la dosis hasta que sientas que te hace el efecto deseado.
Pongamos, por ejemplo, que esa dosis óptima fuera 15 gotas por día (5 gotas en cada una de las comidas). Se mantendrá esta dosis todo el tiempo que fuera necesario. Si cree que es demasiada cantidad bajaremos 1 gota (14 gotas al día en nuestro ejemplo) y se evaluará durante 2-3 días si ésta es la dosis adecuada. Si no fuera suficiente, subiríamos 1 gota más.
En el caso de tomar el CBD junto con medicamentos antidepresivos o ansiolíticos se recomienda subir la dosis de CBD más lentamente para evitar efectos secundarios de la medicación.
Para que el CBD siga haciendo efecto, es necesario descansar cada 6 meses de uso mantenido durante 15 días. Otra opción sería descansar 1 semana después de 3 meses seguidos de consumo. Se puede cesar su consumo de golpe, no es necesario disminuir la dosis poco a poco.
Disponibilidad y calidad de los extractos de CBD
Actualmente el CBD se comercializa en algunas farmacias, herbolarios, online y en tiendas especializadas en forma de Aceite de CBD. Es importante señalar que el cáñamo también posee otras moléculas (como los terpenos) que aumentan notablemente la efectividad del CBD (conocido como efecto séquito o full-spectrum) [33].
Hay que ir con cuidado porque algunas empresas venden Aceite de CBD aislado, que es mucho menos efectivo que el CBD extraído de la planta con todos sus componentes (full spectrum). Para distinguir uno de otro hay que fijarse que en la etiqueta ponga Full Spectrum. De hecho en un estudio que se realizó a los aceites de CBD comercializados observó que sólo un 31% de los productos vendidos contenían el porcentaje de CBD que indicaba la etiqueta [34], mientras que el resto contenían THC en concentración superior a la legalmente permitida (0,2%), o no contenían CBD.
Advertencia legal
La opinión aquí ofrecida sólo tiene fines informativos, no suponiendo el reconocimiento de cualidades medicinales a los productos de Dra.Roiva, siendo estos productos cosméticos y no medicamentos. En caso de sufrir alguna molestia o enfermedad consulte a su especialista de salud.
Enlaces de interés
Asociación 2 emociones para ayudar a pacientes:
Clínica especializada en tratamientos con Cannabis (Barcelona):
https://www.kalapa-clinic.com/nuevo-enfoque-cbd/
Artículo en prensa sobre el CBD:
Cannabis Medicinal y Fibromialgia: el camino de la libertad (Video de la asociación ICEERS):
Documental sobre cáncer y Cannabis titulado: “Weed the people” (en inglés, disponible en plataformas como Netflix).
Video divulgativo sobre el cáncer de uno de los científicos más reconocidos a nivel internacional (en castellano):
https://drive.google.com/file/d/1MAvMclzJtLONzXyRbVGdyZ2C17LbImFR/view
Referencias científicas
[1] CANNABIDIOL(CBD) report, Expert Committee on Drug Dependence, World health organization Thirty-ninth Meeting, Geneva, 6-10 November 2017 (LINK)
[2] Z. Mouslech, V. Valla, Endocannabinoid system: An overview of its potential in current medical practice, Neuro Endocrinol Lett. 30 (2009) 153-179 (LINK)
[3] A.W. Zuardi et al., Effects of ipsapirone and cannabidiol on human experimental anxiety, J Psychopharmacol. 7 (1993) 82-88 (LINK)
[4] A. Ligresti et al., From phytocannabinoids to cannabinoid receptors and endocannabinoids: pleiotropic physiological and pathological roles through complex pharmacology, Physiol Rev. 96 (2016) 1593-1659 (LINK)
[5] S. Shannon, Effectiveness of Cannabidiol Oil for Pediatric Anxiety and Insomnia as Part of Posttraumatic Stress Disorder: A Case Report, Perm J. 20 (2016) 16-005 (LINK)
[6] A. Uribe-Mariño et al., Anti-aversive effects of cannabidiol on innate fear-induced behaviors evoked by an ethological model of panic attacks based on a prey vs the wild snake Epicrates cenchria crassus confrontation paradigm, Neuropsychopharmacology 37 (2012) 412-421 (LINK)
[7] [A.W. Zuardi et al., Effects of ipsapirone and cannabidiol on human experimental anxiety, J Psychopharmacol 7 (1993) 82-88 (LINK)
[8] I.M. Linares et al., Cannabidiol presents an inverted U-shaped dose-response curve in a simulated public speaking test, Braz J Psychiatry 41 (2019) 9-14 (LINK)
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